La próxima edificación de la Planta Tratadora de Aguas Residuales en el municipio de Altamira representa un importante paso hacia el desarrollo económico y ambiental de la ciudad, generando oportunidades laborales significativas y fortaleciendo la infraestructura ecológica.
De acuerdo con el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Construcción (Sitrace), Ricardo Vega Barrón, este proyecto superará en generación de empleos a otras obras actualmente en curso. “El inicio de esta planta está por concretarse, y será una fuente de empleo más amplia que las tiendas comerciales que hoy se construyen en la zona”, puntualizó.
A diferencia de construcciones prefabricadas, esta obra requerirá una intensa labor de construcción civil, lo que se traducirá en mayor demanda de mano de obra local. Se estima la creación de más de 400 empleos indirectos durante su ejecución, abarcando diversas especialidades como albañilería, carpintería, herrería y ayudantía general.
Aunque el contrato principal fue adjudicado a un sindicato de carácter nacional, Vega Barrón subrayó la voluntad de colaboración para integrar a trabajadores del municipio en las distintas etapas del proyecto, generando un beneficio directo para la economía local.
Un proyecto con impacto ambiental positivo
Además del impulso económico, la planta tratadora será clave para el mejoramiento de las condiciones ambientales de Altamira, al proyectarse que tratará el 71 % de las aguas residuales generadas en el municipio. Esta cifra se enmarca en el objetivo de alcanzar una cobertura total del 100 % en el saneamiento de aguas para el año 2027.
El proyecto contará con una inversión privada superior a los 500 millones de pesos y contempla la reutilización del agua tratada por parte del sector industrial, promoviendo así un modelo de economía circular y uso racional de los recursos hídricos.
Con esta acción, Altamira reafirma su compromiso con el crecimiento sostenible, el desarrollo de infraestructura estratégica y la generación de bienestar para su población.