Altamira es una de las varias localidades que integran el estado de Tamaulipas, en el norte de la República Mexicana. Este bello municipio colinda con Tampico, Ciudad Madero, Aldama y con el estado de Veracruz. Uno de los aspectos que hacen tan atractivo a Altamira, desde un enfoque turístico, es el clima que tiene: cálido húmedo, con lluvias entre junio y septiembre. La temperatura promedio anual es de 16 grados centígrados, por lo cual es un sitio recomendable para efectuar las más diversas actividades turísticas.
En este municipio tamaulipeco, los viajeros podrán experimentar distintas facetas turísticas, como por ejemplo, el turismo histórico, religioso y cultural. Es recomendable por ejemplo, visitar los sitios de atractivo cultural más notables de este lugar, como es el caso de sus iglesias, templos y parroquias. En tales tesoros de arquitectura sacra, se puede observar el paso del tiempo a través de una serie de tradiciones y rasgos culturales muy interesantes.
De igual manera es recomendable explorar Altamira con fines ecoturísticos, puesto que nos ofrece vastos espacios de recreación en contacto pleno con la naturaleza. En este caso, basta con acercarse a sus playas, parques y otros rincones de gran belleza silvestre. Vale la pena entonces, vacacionar en Altamira y además de aprovechar la eficiente infraestructura turística con la que cuenta, llevarse un recuerdo memorable en el corazón, por tratarse de uno de los lugares más admirables del norte de nuestro país.
Tal vez lo más atractivo de este municipio de Tamaulipas, sean sus variadas playas. Así pues, mencionaremos las principales de ellas. Se trata de espacios idóneos para el disfrute de chicos y grandes. Una de las playas de Tamaulipas más famosas es Playa Tesoro, ubicada en el Litoral del Golfo de México. Lo que más encanta de este lugar es la arena suave y transparentes aguas que la definen. No obstante, por el hecho de que no cuenta con una compleja infraestructura turística, al visitarla, se recomienda llevar lo indispensable, como alimentos, bebidas y una buena sombrilla.
Para quienes quieran nadar en esta playa de Altamira, conviene tomar en cuenta que posee una pendiente pronunciada. En general, estamos ante una playa excelente para practicar la pesca deportiva y para desarrollar largas caminatas para sentir la tersa arena en los pies, para observar bellas puestas de sol y para buscar caracoles de formas curiosas que van dejando las olas.
Otra atractiva playa de Altamira es Playa Dunas Doradas. Puede hallarse también en el litoral del Golfo de México y para arribar a ella se debe seguir la Cuarta Avenida, de la colonia Miramar, desde la autopista Tampico-Altamira. En esta magnífica plata se puede nadar, asolearse, gozar con los deportes acuáticos más gustados y efectuar paseos románticos en compañía de nuestro ser más querido. Por la hermosura de este entorno costeño, es recomendable llevar una eficaz cámara fotográfica, para así captar admirables panorámicas y horizontes marinos que quitan el aliento.
Cómo llegar a Altamira
Una de las maneras más fáciles de llegar a Altamira es por medio del autobús o taxi, desde la ciudad de Tampico. Este recorrido es de unos 15 kilómetros aproximadamente. En la avenida más importante de Tampico, la Avenida Hidalgo, pasan muchos autobuses y colectivos que nos llevan hasta Altamira. El trayecto toma unos 45 minutos.
Conviene comentar acerca de un tesoro de arquitectura sacra que se levanta en Altamira, Tamaulipas. Se trata de la Iglesia de Nuestra Señora de las Caldas, famosa por tratarse de una de las pocas iglesias en el orbe que tiene en su interior, en su bello altar, una representación pictórica de la Virgen María amamantando al Niño Dios. Fue construida en 1750 y se encuentra en la plaza principal de Altamira.
Recomendamos seguir por la ruta del río Tamesí, para visitar varias pintorescas comunidades así como ejidos de notable atractivo. Uno de ellos es el de Palmas Altas, el cual es el hogar de muchos pescadores. Cerca de allí tenemos otro lugar interesante: el sitio arqueológico de Cues. Los visitantes pueden contemplar allí, entre muchos vestigios valiosos de milenarias culturas, una serie de figuras antropomórficas conocidas popularmente como “Las Monitas”. Gracias a ellas se puede conocer la perspectiva estética de las etnias antiguas del lugar. .